un niño
un niño, que ya no es muy niño, me pregunta:
¿porqué resulta que mientras aprendemos, nos damos cuenta de la altura de nuestras ignorancias?
y le contesto, firme y honesto, pero inseguro:
porque aprendes a ver de tanto lo que has leído.
porque sabes escuchar, de tanto que has de recordar.
porque logras sentir, ya que consigues, entre los toques y el empujón, tus encuentros.
porque aciertas holer, de tanto haberte acercado.
porque sabes más de tanto saber.
porque a tu hambre que te mantiene vivo, se te ha juntado un sabor de multitudes, de panoramas, de opciones.
porque de tanta opción te has vuelto mudo, ciego, apático y estéril. te has vuelto plano.
y empiezo a hojear un libro en búsqueda de una palabra que no le sé explicar.
él me mira triste, pero más firme que antes. y decide no preguntarme más cosas que no sé.
(05/marzo/2007)
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